Repensemos
nuestro
futuro

Aunque el plástico está diseñado para durar muchos años, lo usamos y lo desechamos en segundos, como si fuera a desaparecer. Se esparce por los océanos, se cuela en el aire que respiramos y en los alimentos que consumimos. Los plásticos de un solo uso y los microplásticos no solo envenenan nuestro hogar, sino también nuestro propio cuerpo.

Los plásticos que consumimos y descartamos no desaparecen

Los residuos plásticos mal gestionados están dañando los océanos, los animales y las personas. Es más caro reciclar el plástico que fabricarlo desde cero. Esta economía rota del plástico ha fomentado que la producción de nuevo plástico aumente dramáticamente.

Vamos hacia una economía circular

Apoyamos una economía circular en los plásticos, donde no se producen residuos ni contaminación y los productos que hacemos se mantienen en uso una y otra vez. Esto también va a ayudar a disminuir la producción de plástico utilizando combustibles fósiles, como el petróleo.

¿Cómo podemos evitar el plástico de un solo uso?

Hoy existen varias alternativas para esos productos que descartamos luego de usar una vez. Por ejemplo, al llevar tu bolsa cuando haces las compras, evitás que más plástico termine en basurales u océanos.